miércoles, 19 de octubre de 2011

DROPAS: UNA REALIDAD TANGIBLE. Descubre la raza humana del TIBET que no encaja en ningún patrón antropológico.






Las Montañas Bayan Kara-Ula es una de las áreas más aisladas de la Tierra. La ciudad más cercana a ella es Lhasa, en el Tíbet, a una distancia de 640 km. al sur por terreno infranqueable. Actualmente está habitada por dos tribus de gente muy distinta a la gente de los pueblos de alrededor: los autodenominados Dropa y los Han, y simplemente no encajan en ninguna categoría racial establecida por antropólogos. En primer lugar, son de pequeña estatura. La altura media de un adulto es 1 metro y 25 centímetros, son amarillos, sus cabezas son desproporcionadamente grandes y casi calvos, y sus ojos son grandes y azulados, pero no de aspecto oriental. Sus rasgos son prácticamente caucásicos, y sus cuerpos son sumamente delgados y delicados. El peso medio de un adulto, es aproximadamente de 50 kilos.

EL DESCUBRIMIENTO
En 1938 Chi Pu Tei, profesor de arqueología de la Universidad de Beijing, conducía a algunos sus estudiantes en una expedición a inspeccionar una serie de cuevas que se entrelazan en las montañas de Bayan Kara-Ula, sobre las fronteras de China y Tíbet. Según se adentraban, se dieron cuenta de que mas que cuevas, era un sistema complejo de túneles artificiales y despensas.


Las paredes eran cuadradas y cristalizadas, como si el corte en la montaña hubiera sido realizado con una fuente de calor extremo. Dentro de las cuevas hallaron lugares de entierro, y en ellos unos extraños esqueletos. Estos esqueletos eran pequeños y delgados y con cráneos muy desarrollados. Al principio se pensó que las cuevas había sido el hogar de una especie hasta ahora desconocida de primate. Pero esta idea se desechó al encontrar los esqueletos enterrados. El mismo profesor Chi Pu Tei dijo: “¿ Quien conoce algún primate que entierre a otro?.

Otros descubrimientos realizados en las cuevas excluyeron definitivamente la idea que estos restos eran de monos. Sobre las paredes había pictogramas tallados del cielo: el sol, la luna, las estrellas, y la Tierra con las líneas de puntos que los conectan. Pero aun faltaba el descubrimiento más fantástico de todos. Semienterrado debido a la suciedad de la cueva, había un disco de piedra, obviamente realizado por la mano de una criatura inteligente. El disco tenía 22.7 cm del diámetro y 2 cm de grueso, también tenía un agujero en el centro, perfectamente circular, de 2 cm de diámetro. De aquí surgía un surco fino en espiral hacia el exterior con carácteres escritos. Éste disco, ha sido datado entre 10.000 y 12.000 años de antigüedad (mucho más antiguo que las grandes pirámides de Egipto). Pero no fue el único, en total han sido encontrados 716 platos. Y cada uno con caracteres diferentes.


LOS DISCOS
Los discos únicamente habían sido etiquetados, junto con el resto de los hallazgos de la expedición, y guardados en la Universidad de Beijing desde el día de su descubrimiento. En el transcurso de esos 24 años, otros habían intentado descifrar las extrañas inscripciones de los discos, pero sin éxito alguno. Fue el profesor Tsum Um Nui quien, en 1962 y al enterarse de la historia de los discos, se propuso el descifrar el significado de estos. El y sus colegas intuyeron que los surcos espirales no eran simples dibujos, sino más bien una escritura increíblemente antigua grabada de algún modo desconocido y de un tamaño casi microscópico.
Si esto fuera cierto sería la escritura conocida más antigua del mundo, ya que, como se expuso anteriormente, los discos tienen una antigüedad de 8,000 a 12,000 años. Para empezar, el profesor, ayudado de una lupa, fue transcribiendo minuciosamente los carácteres del disco a un papel. Durante este proceso, al profesor le iban asaltando preguntas tales como:
- ¿Cómo pudo un pueblo primitivo realizar unos discos tan exactos?
- ¿Cómo labraron una escritura casi microscópica en la piedra?
- ¿Quiénes eran y para qué fin realizaron estos cientos de discos?

Una vez que los carácteres de todos los discos fueron copiados, el profesor Tsum Um Nui y sus colegas, comenzaron la ardua tarea de intentar descifrar su contenido. Finalmente, probando, intercambiando dibujos por palabras y frases, llegó a descifrar parte del código o escritura. Hecho esto, se dedicó a ordenar los discos, de la forma más coherente que pudo, y así, hacer una transcripción parcial. La historia que en los discos se contaba era simplemente asombrosa.



LA HISTORIA
El profesor pasó a papel la transcripción, así como sus conclusiones y lo presentó en la universidad para su posterior publicación, la cual, lo prohibió tajantemente. Fue en 1965, cuando inesperadamente, un artículo escrito por el filólogo ruso Vyacheslav Saizev apareció en la revista alemana “Das Vegetarische Universum”, y en la revista anglo-rusa “Sputnik”, contando la historia de los discos, su composición, y un extracto sobre lo que había sido descifrado por el profesor Tsum Um Nui. Los discos cuentan la historia de una nave espacial procedente de un planeta lejano que tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en las montañas de Baian Kara-Ula.

Los tripulantes de la nave espacial (Dropas) buscaron refugio en las cuevas de las montañas y apesar de que sus intenciones eran pacíficas, los Dropa no fueron comprendidos por los miembros de la tribu Ham, los cuales, ocupaban las cuevas vecinas y, pensando que eran enemigos que querian apoderarse de su territorio, persiguieron y mataron a algunos de ellos. Cuando finalmente la tribu de los Ham comprendieron el lenguaje por señas de los Dropa, los admitieron en su territorio al saber que los recién llegados tenían intenciones pacíficas. Los discos también cuentan como los Dropa fueron incapaces de reparar su nave espacial y la imposibilidad de volver a su planeta de origen, teniendo entonces que quedarse a vivir en la Tierra.

sábado, 8 de octubre de 2011

EL MISTERIO DE " La leyenda de la Cruz del Diablo" CUIDADO CON LAS APARIENCIAS EN EL AMOR..


Cuenta la leyenda que en la hermosa y antigua ciudad de Cuenca, en España, villa de misterios, enigmas y calles empedradas repletas de historia, un joven mozo se enamoró de una bella dama, la más linda que jamás había pisado antes esta comarca, pero que escondía tras su belleza un terrible secreto.


 Ermita del Santuario de Las Angustias, en Cuenca



 Desde la calle Pilares, bajando por un precioso empedrado, llegamos a la ermita santuario de Las Angustias, erigida en el siglo XIV, aunque la actual data del siglo XVIII y es el lugar donde se centra esta leyenda

La leyenda de la Cruz del Diablo

Vivía por estas calles un hermoso muchacho, hijo del oidor de la villa. El joven en edad de efectuar sus correrías, no dejaba una sin probar, y así tomó fama de mentiroso, pendenciero y, además, bravucón; a nada de ello podían dar crédito sus familiares, pues el honorable cargo que desempeñaba el padre era, sin duda, signo de buena estirpe y descendencia.


Pero de cómo fueron las cosas en aquella época nadie lo sabe, el caso es que el muchacho corría una tras otra a todas las doncellas casaderas del lugar y, luego de cortejarlas y conseguir sus propósitos placenteros, las dejaba plantadas, sin más.


Pero un día, conoció a una dama bellísima como la luna y seductora como el diamante; además era forastera y recién llegada a la ciudad. Cuando paseaba por las calles, las mujeres bajaban sus miradas y de reojo miraban qué hombre era el primero en lanzarle una sonrisa, pues la chica dejaba a todo el mundo con la boca abierta por su belleza e irresistible impulso.


Los jóvenes salían a su encuentro para simplemente saludarla e intercambiar un buenos días o buenas tardes, cosa que siempre hacía simpática y risueña. Hasta que un buen día, nuestro apuesto galán decidió lanzarse y presentarse. La hermosa mujer lo correspondió y le dijo que se llamaba Diana. Contento y presuntuoso, se fue con el resto de sus amigotes para vacilar un poco ante ellos de que ya sabía incluso su nombre.


Diana, que tonta no era, también se percató de la belleza del joven, al que con el tiempo fue conociendo mejor, pero viendo sus claras intenciones, le daba largas y largas.


El muchacho cambió, se quedó ensimismado con Diana, estaba totalmente obcecado con ella y con hacerla suya, algo que ella le ponía muy, muy difícil. Éste se lo tomó como todo un reto personal e incluso declinó las ofertas de sus amigos, con los que iba de correrías.


Y una mañana, en vísperas de Todos los Santos, Diana le hizo llegar una carta que el joven leyó sorprendido y de muy buen agrado:

Te espero en la puerta de las Angustias. Seré tuya en la Noche de los Difuntos”.







Bajada a la Ermita de LAs Angustias.




Por fin el muchacho iba a conseguirla. Esa noche se arregló tanto como pudo. Con sus mejores ropas y las fragancias más sublimes que guardaba para las ocasiones especiales, salió a conquistar a esa dama que tan loco lo volvía.
La impresionante subida a la Catedral desde las Angustias.

Pero esa noche se fraguó una tormenta. Los truenos retumbaban y el cielo se iluminaba como si de fuego se tratase. Él debía estar a la hora prevista en el lugar donde Diana lo había citado. Y allí, raudo y veloz, cruzó las cuatro calles que lo separaban de la puerta de las Angustias y vio a la bella doncella, ataviada con ropas que parecían de princesa.
La subida es una enorme cuesta con escalones, entre un callejon de piedra.
a subida es una enorme cuesta con escalones, entre un callejon de piedra.

Su corazón latía más de prisa a cada paso que daba, y su deseo era tan ardiente que las botas parecían quemar las plantas de sus pies y lo hacían alargar las zancadas.

Ella estaba en el atrio y él se abalanzó contra ella, que le respondió con unos besos tan dulces y tiernos que el muchacho, loco de desesperación, fue intensificando sus caricias hasta que sus manos comenzaron a levantar su falda.

Los truenos caían y los relámpagos iluminaban los rostros de los de los capiteles dejando intuir sombras diablescas, pero los dos jóvenes estaban tan arrebatados por la pasión que no se percataron ni de la tormenta.

Ella, casi tan encendida como él, incluso levantaba su falda más aprisa con el fin de que el muchacho consiguiera su propósito. Cuando descubrió sus preciosas y blancas piernas, vio que llevaba unos chapines altos. El muchacho fue quitándole el derecho poco a poco y de repente cayó un rayo que iluminó de pleno el pie de Diana, que resultó no ser un pie, sino una pezuña; y su pierna, la de un macho cabrío.

Aterrorizado, el joven tiró el zapato y salió corriendo dando gritos de terror y espanto. A su vez Diana, que era el mismísimo diablo, con una voz profunda, cavernosa y estrepitosamente desgarrada, lanzaba carcajadas que resonaban entre las antiguas piedras del santuario.
CruzDiablo

Pié de la cruz, ahora rota, donde está la huella de la mano de la que hace referencia está historia


El joven, presa del pánico, se abrazó a la cruz que había en la puerta de las Angustias; el diablo se abalanzó sobre él, lanzándole un zarpazo al tiempo que sonaba un trueno inmenso. Cuando el chico abrió los ojos, el zarpazo le había rozado el hombro y había dejado una marca en la piedra, todavía humeante.
Se dice que el chico ingresó en el santuario de las Angustias y nunca más volvió a ver la luz del día…. ni de la noche.
Y allí, en la puerta de este lugar, podemos ver la famosa cruz de piedra a la que el joven apuesto y bravucón terminó por agarrarse para salvarse del zarpazo del diablo, que quedó grabado en la piedra y que todavía puede verse.

la_cruz_del_diablo

Fuente:tejiendoelmundo